1751 – El catastro del Marqués de la Ensenada (1) – La villa de Cobeña

En 1749, el rey Fernando VI, a propuesta de su ministro, el Marqués de la Ensenada, ordenó la elaboración de un censo de la corona de Castilla con el fin de realizar una reforma tributaria. La reforma finalmente no vio la luz pero las respuestas que dio cada pueblo al formulario que les había enviado el rey sí se conservan y nos ayudan mucho para conocer como era Cobeña en 1751, el año en el que se cumplimentó el formulario.

Fernando_VI_de_España_(Museo_del_Prado)

Fernando VI, rey de España entre 1746 y 1759.

Ese año el alcalde ordinario de Cobeña era Manuel Gutiérrez, antepasado directo de Matías Gutiérrez y como descendiente de Sancho López y Marina Alfonso, era en esa época patrono del Hospital de Cobeña.

El documento completo del interrogatorio con sus preguntas y respuestas puede consultarse en la página web de la Institución de Estudios Históricos de Cobeña.

Marquis_de_Ensenada

Zenón de Somodevilla y Bengoechea, Marqués de la Ensenada.

Las preguntas tratan diversos asuntos. Aquí vemos algunas de las más interesantes:

Régimen jurídico
Dijeron que esta villa es propia del señor Conde de Coruña y no tiene más derechos en ella que el nombramiento de Justicia, a cuyo tiempo se le hace un regalo que tendrá de costa en cada un año ochenta reales de vellón.

Vemos que en esta época el título de señor de Cobeña no era tan importante puesto el Conde de Coruña de la época ya no tenía grandes poderes sobre la villa aunque todavía tenía el poder nombrar los jueces. En esa época, ostentaba el título Martín Manuel de Castrejón Dávila Mendoza, XVII Conde de Coruña.

Cultivos de la tierra
Dijeron que en este término se hallan de las especies de tierra de secano y solo una huerta de hortaliza que se riega con noria, viñas y corta cantidad de olivos; dos dehesas de pasto común y un vallejo asimismo de pasto común. Las tierras de secano se siembran año y vez quedando el otro de intermedio de descanso y la huerta se hace su plantío todos los años.

En el término de esta villa solo se cogen de las especies de trigo, de cebada, centeno, avena, garbanzos, vino, aceituna y hortalizas.

Población
Dijeron que el número de vecinos de que se compone esta villa es de cuarenta y cinco y
once viudas, sin que haya ninguna casa ni alquería si solo en esta población una casa propia de los trinitarios de Madrid en la que asisten tres religiosos legos para la administración de la labor que en ella tienen y como sacerdote al presente teniente cura sirviendo el beneficio de don Juan José Carrasquedo y algunas temporadas vienen diferentes religiosos a recreación.

Hay tener en cuenta que el concepto de vecino denotaba en esta época a los cabezas de familia. Además, «familia» se debía de entender en sentido amplio, incluyendo a todos los que vivían bajo el mismo techo, tanto familiares como criados y empleados.

Si calculamos una media de cuatro personas por hogar, la población total de Cobeña en esa época podría ser de entre 200 y 250 personas.

El presupuesto municipal
Dijeron que los gastos que en cada un año tiene que pagar esta villa son:

  • veinte y nueve reales y veinte y ocho maravedíes de limosna para los Santos Lugares de Jerusalén;
  • ciento treinta y seis reales de los gastos de Mesta; del salario del escribano, seiscientos reales;
  • del papel sellado que en dicho año se gasta, cien reales;
  • del salario del alguacil, setecientos y dos reales;
  • del regalo que se hace al Conde de Coruña al tiempo de la confirmación de Justicias, cien reales;
  • de la manutención del sinecural, setenta reales;
  • de diferentes veredas despedidas por el señor intendente de la ciudad de Guadalajara, ciento y cincuenta reales;
  • de otras de la ciudad de Alcalá, sesenta reales;
  • de las despachadas por la de Madrid, cincuenta Reales;
  • de la fiesta que se hace a San Sebastián, quince reales;
  • de los derechos de cura y sacristán; de la función de los doce apóstoles que también costea dicha en sus respectivos días, ciento ochenta reales;
  • de la función de San Gregorio y bendición del campo en el mismo día, quince reales;
  • de cuatro libras de cera que surte para el monumento, treinta y seis reales;
  • de otras dos libras de cera para el día de Candelas y Cruz de Mayo, diez y ocho reales;
  • de las cuatro rogaturas que se hacen al año, sesenta reales;
  • de las reparaciones de las casas de ayuntamiento, mesón, fragua, carnicería, fuente y otros que se ofrecen, trescientos reales;

Que todos los referidos gastos anuales importan mil novecientos noventa y un reales y veinte y ocho maravedíes de vellón.

Nota: según el diccionario de la Real Academia, una vereda es también una «orden o viso que se despacha para hacer saber algo a un número determinado de lugares que están en un mismo camino o a poca distancia.»

La deuda municipal
Ya en 1750 se discutía la cuestión de las deudas del ayuntamiento:

Dijeron que esta villa tiene contra sí cuarenta mil reales de vellón de los principales de dos censos [créditos]:

  • el uno de diez mil reales a favor de las memorias de huérfanas que en esta villa fundó el Ilustrísimo Juan Sánchez;
  • el otro de treinta mil reales en favor de los herederos de Gregorio Pascual Herranz, vecinos de la villa de El Casar,

De esta cantidad de réditos sólo paga esta villa cuatrocientos cincuenta, por cuanto otra igual cantidad pagan los vecinos de prorrata de la que se les entregó al tiempo de la imposición para socorro y la villa, como principal obligada, cobra dichos réditos, que a
razón de tres por ciento importan todos mil doscientos reales, que rebajados los cuatrocientos cincuenta que pagan entre los vecinos tiene que satisfacer dicha villa de réditos setecientos cincuenta reales de vellón.

Estos censos se impusieron con facultad real el año pasado de [mil] setecientos treinta y siete para hacer la siembra de él por no haberse cogido frutos para ello.

Hospitales
A la treinta dijeron que en esta villa sólo hay un hospital propio de Manuel Gutiérrez, vecino de ella quien tiene obligación de asistir a los enfermos que en él se recogen y se entierran los que fallecen en él, y no tiene otra renta alguna.

Se trata, naturalmente, del Hospital de Sancho López y Marina Alonso, del que hemos hablado en otras ocasiones y en 1750 seguía a cargo de sus descendientes. Actualmente mantiene su actividad siguiendo el espíritu de los fundadores como Fundhos. Los descendientes de Manuel Gutiérrez siguen viviendo en Cobeña en la actualidad.

Actividades profesionales
Una de las preguntas hace referencias las personas que se ocupan en diferentes oficios:

Dijeron que en esta villa sólo hay un albéitar para la asistencia de los ganados de la labor de los vecinos de ella en que se ocupará doscientos días y ganará en cada uno cuatro reales y medio, y las herraduras que compone le dejarán de utilidad al año cuatrocientos reales;

Un herrero para la asistencia de los labradores en la que se ocupará al año trescientos días y ganará de jornal en cada uno siete reales de vellón siendo de su obligación el poner el carbón necesario que se gasta, que importará mil doscientos reales.

Un carretero para la dicha asistencia de los labradores en que se ocupará al año doscientos días y ganará cada uno cuatro reales y en la madera que trabaja le quedará de utilidad en dicho año cien reales.

Un maestro alarife, que se ocupará en el año doscientos días y ganará en cada uno cuatro reales.

Y un hortelano que en los días de su trabajo en cada uno ganará tres reales no habiendo otro que ejerza arte alguno de los que expresa la pregunta.

Nota: un perayre o pelaire era una persona encargada de preparar la lana que ha de tejerse según el diccionario de la Real Academia Española.

Asuntos sociales
A la treinta y seis dijeron que en esta villa solo hay seis pobres de solemnidad todas mujeres que se mantienen de pedir limosna.

 

Deja un comentario