Cobeña, villa señorial sin hidalgos. Privilegio o quebranto.

Nota: actualizamos este artículo con un dato aportado por David Huidobro sobre las tablas resúmenes del Catastro de Ensenada. (Daniel García: 01/12/2018)

Por José Julio Ortiz y Chisvert.

Hasta principios del s. XIX la sociedad española estaba divida en estamentos o estados. Era la época del  antiguo régimen y cada persona estaba asignada a un estado concreto: estado noble, estado religioso o estado general. El estamento al que perteneciera cada uno era muy importante puesto que las personas que pertenecían al estado noble o religioso estaban exentas de pagar ciertos impuestos.

Aunque los grandes nobles eran los grandes propietarios, también había en España, sobre todo en la mitad norte de la península, una gran cantidad de personas que, sin ser ricas, estaban reconocidas como nobles por alguna razón y, como tales, no pagaban impuestos. Eran nobles pero no tenían un título de conde o marqués sino que se les denominaba «hidalgos«.

Para el pago de determinados impuestos se asignaba a cada población una cantidad de dinero fija que debía de ser pagada entre los vecinos de la villa. Los vecinos que fueran nobles no pagaban por estar exentos y el impuesto debía repartirse entre los que pagaban, los llamados «pecheros«.

En esta época, los censos o padrones de las poblaciones incluían información sobre el «estado» de cada persona y si eran «pecheros, es decir, si estaban obligados a contribuir a los impuestos o no. Como la cantidad a pagar por la población era la misma, con independencia del número de vecinos que contribuyeran, a los pueblos les resultaba muy gravoso que hubiera demasiados vecinos hidalgos puesto que la cantidad que no pagaban estos vecinos la debían pagar los demás.

hidalgos .jpg

Desde noviembre de 2017 Daniel García Magariños, (vicepresidente de la Institución de Estudios Históricos de Cobeña), Ramón Sanz Septién, (secretario de la misma), y yo mismo estamos investigando por qué nunca hubo hidalgos en Cobeña, o al menos no han aparecido nunca documentos en los que figure hidalgo alguno asentado en nuestra villa.

No sólo no se ha encontrado documentación sobre el reconocimiento en Cobeña del estado de nobleza a ninguno de sus vecinos, sino que se han encontrado documentos que parecen indicar en nuestra villa existía una norma que les permitía evitar inscribir hidalgos en su padrón.

La primera pista nos la dió Rafael Delgado Maldonado de Guevara, de la Asociación Derecho de la Cultura, que no dió a conocer el expediente de acceso a la Orden de Carlos III de Tiburcio de Vargas, de 1790, en el que menciona que en Cobeña no se avecindaban hidalgos:

«…en aquella villa jamás se ha admitido a hidalgo alguno con goce de tal y sin embargo de varios pleitos que a este fin se han movido [Cobeña] ha ganado siempre y que por esta razón [los hidalgos] no gozarían tampoco, mientras estuviesen avecindados en ella).»

Por tanto ya hace casi 230 años, en Cobeña no se reconocían hidalgos entre sus vecinos, aunque esas mismas personas, si se avecindaban en otros pueblos, no tenían problema para ser reconocidos como hidalgos.

Otro dato que acredita la ausencia de hidalgos en Cobeña es que en el censo del Marqués de la Ensenada, de 1749 tampoco aparece registrado ningún hidalgo avecindado en nuestra villa.

Cobeña Ensenada

Portada del libro de Autos Generales relativo a Cobeña del Catastro de Ensenada.

Tras nuestras investigaciones hemos comprobado que existían poblaciones de behetría en los que no podían avecindarse hidalgos, pues si lo hacían perdían sus privilegios y pasaban a ser pecheros y por tanto a pagar impuestos.

Esto quiere decir que si en Cobeña no se aceptaban hidalgos, en la villa no habría quien perjudicara fiscalmente al resto, pues aquellos que se reconociesen como hidalgos no pecharían.

Daniel García Magariños ha localizado a través del portal PARES, del Ministerio de Educación, el expediente de un pleito de hidalguía de 1786 de Manuel Ortiz Farfán y Moscoso, que se conserva en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid. En este pleito Manuel Ortiz pleiteó para ser reconocido como Hidalgo en Algete y en Cobeña. El expediente completo se puede consultar a través de la página de FamilySearch.

Según se detalla en el expediente, Manuel Ortiz Farfán y Moscoso, como vecino de Algete, que también tenía hacienda en Cobeña, solicitó ser inscrito como hidalgo en el padrón. Sin embargo, los alcaldes de Algete afirman que Algete es una villa de behetría y que no admitía empadronamientos de hidalgos desde tiempos inmemoriales. Lo mismo que se menciona en el expediente de Tiburcio de Vargas para empadronados en Cobeña:

Es posible pues, que Cobeña estuviese en una situación similar a la de Algete y que por ende fuese una villa de behetría.

Si Manuel Ortiz Farfán y Moscoso, en 1786, vecino de Algete intentó que le empadronasen como hidalgo en esa villa pero el ayuntamiento de Algete se negó diciendo que “iba contra su fuero de behetría” y que en la villa de Algete era costumbre no distinguir hidalgos sino que todos eran pecheros, es fácil imaginarse que Cobeña tuviese un régimen de behetría como Algete.

El concepto de «villa de behetría» ha tenido varios significados a lo largo de la historia.. A finales del siglo XVIII, como es el caso, parece referirse a las villas que tenían el privilegio de que en ella no pudieran empadronarse nobles o que, de hacerlo tuvieran que hacerlo sin privilegios especiales.

El origen de este privilegio es inmemorial y se desconoce su origen exacto. En el expediente mencionado antes, el concejo de Algete sostiene que  el concejo de Algete sostuvo que era villa de behetría y sin distinción de estados desde que había pertenecido en lo antiguo a la jurisdicción de Talamanca y después al Arzobispado de Toledo desde 1223. Es posible que fuera un privilegio concedido tras la conquista cristiana para favorecer la repoblación de lo que en el siglo XI era una tierra de frontera conocida como la Extremadura Castellana.

En 1454 se promulgó una orden de Juan II, quien ordenó que, en  los lugares de behetría «no pudieran edificar casa fuerte ni llana, ni habitar los caballeros, escuderos, dueños, doncellas ni hidalgos.»

Actualización de 1 de Diciembre de 2018

Incluimos aquí una tabla resumen del Catastro del Marqués de la Ensenada en la que se menciona que había dos habitantes de estado hidalgo. Es interesante, que eran «habitantes» pero no no «vecinos»: vivían el Cobeña pero no estaban registrados como vecinos. Es posible que el resto de vecinos les impidieran registrarse como vecinos en el estado noble.

Cobeña ensenada.png

Deja un comentario