La primera alcaldesa de Cobeña

No es un dato muy conocido pero la villa de Cobeña fue una de las primeras poblaciones de España que tuvo a una mujer ocupando el cargo político más importante del municipio.

La noticia aparece recogida en la revista Estampa, en su número 266, del 11 de febrero de 1933 (que se puede consultar en la hemeroteca digital). En este número se publicó un artículo sobre varias mujeres que habían accedido al puesto de alcaldesa, algo muy novedoso en esa época.

Entre ellas se encuentra María Rodríguez Carreño, que entonces era maestra del pueblo y que por un tiempo ocupó también la alcaldía.

¿Por qué fue elegida alcaldesa?

En 1933 el gobierno de la república disolvió los ayuntamientos formados por «el artículo 29». Antes de la república, si el número de candidatos a concejal era igual o inferior al número de concejales a elegir, no había votación y los candidatos salían elegidos automáticamente, sin oposición.

El resultado solía ser que, en muchos pueblos, se presentaban sólo los candidatos de las «fuerzas vivas» del pueblo sin que nadie se atreviese a oponerse a ellos.

El gobierno de la república disolvió estos ayuntamientos y los sustituyó por comisiones gestoras encabezadas por el funcionario más joven del pueblo. En muchos casos, como los que se cuentan en la revista, el funcionario más joven era la maestra del pueblo.

No sabemos cuánto tiempo estuvo María en el puesto de alcaldesa. Es de suponer que lo fuera hasta las elecciones municipales de abril de 1933, en las salieron elegidos dos concejales «indefinidos», según la prensa.

A continuación reproducimos la entrevista que se publico en la Estampa:

Le aseguro a usted que estoy deseando el mes de abril, las nuevas elecciones y mi libertad!

Esto es lo que me dice la alcaldesa de Cobeña, doña María Rodríguez Carreño.

—¿Tanto tiempo le distrae el nuevo cargo?

—Mucho, no. Pero es costumbre aquí el que los domingos se reúna el Ayuntamiento. Y yo, los domingos los necesito para ir a Madrid, donde tengo dos hijos, uno estudiando el bachillerato, y el otro, que es maestro, trabajando en un colegio particular.

—Así es que no tiene usted proyectos.

—Ninguno. Además, creo que las maestras no debemos intervenir en las cosas de los pueblos donde trabajamos. Ni siquiera aquí, en Cobeña, donde todo el pueblo se ha alegrado de mi elección.

Yo sólo quiero ocuparme de mi escuela y de mis hijos. Y es bastante tarea para una mujer, créame usted.

Estampa (Madrid. 1928). 11-2-1933-COLOR.png

María Rodríguez Carreño en la escuela de Cobeña (foto de la revista Estampa)

 

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